Nidos de Tarántula o Araña Lobo en Épila Las tarántulas usan la decoración de las madrigueras para protegerse frente a uno de sus principales depredadores, el escorpión amarillo, según las conclusiones de un trabajo realizado por un equipo de Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El estudio, publicado en 'Behavioral Ecology' y reseñado en 'Science', desvela además que el 90% de las arañas, en el marco de un experimento por parte de estos científicos, sufrió ataques de escorpión cuando se eliminó el brocal que decoraba la entrada de su madriguera. Las hembras de tarántula mediterránea o araña lobo, ('Lycosa tarantula') emplean la decoración de sus madrigueras como mecanismo de protección frente al escorpión amarillo ('Buthus occitanus'), insisten los expertos.
Las conclusiones del estudio, que incluye al investigador Jordi Moya, de la Estación Experimental de Zonas Aridas (CSIC), en Almería, desvelan que las hembras de araña lobo construyen torres alrededor de sus madrigueras de entre tres milímetros y seis centímetros de altura. Los científicos del CSIC realizaron su trabajo de campo en una zona semidesértica de Cabo de Gata (Almería), durante el cual se manipuló la presencia de torres construidas por tarántulas y la ubicación de un escorpión amarillo en el entorno de la madriguera. Los resultados demostraron que "el 90% de las arañas fue atacado por escorpiones, y el 20%, depredado, cuando se retiraron las torres de sus madrigueras. En cambio, ninguna de las arañas cuyas torres se respetaron fue atacada".
Los autores concluyeron que los brocales camuflan los nidos de estas arañas frente al escorpión y aumentan así su supervivencia. Según los expertos, este tipo de araña construye sus torres con diferentes materiales, entre ellos fragmentos de hierbas u otras plantas, guijarros y, en menor medida, restos de presas. La seda es usada asimismo a modo de cemento, para sujetar todos los elementos y dar forma y consistencia a la construcción. Los escorpiones, cuya visión es muy reducida, se orientan principalmente por el olfato y el tacto.
Las estructuras construidas por las arañas impiden que los depredadores detecten sus madrigueras, bien porque enmascaran olores y permiten a las arañas confundirse y armonizar con la vegetación del entorno, bien porque impiden a los depredadores distinguir al tacto la entrada del nido de la vegetación circundante.
El equipo del CSIC ha documentado, además, que cuanto más altas son las torres, menor es la probabilidad de que sufran un ataque. El factor que determina una mayor o menor protección de las madrigueras es la cantidad de material que pueda conseguir cada araña, con independencia de la cantidad de vegetación disponible en su territorio.
Por otro lado, los autores mantienen como hipótesis de trabajo que estas construcciones, además de asegurar la supervivencia, podrían servir para enviar "señalizaciones honestas", que permitieran a una araña macho evaluar la idoneidad de su posible pareja. "Una torre más alta significa que esa araña va a ser difícilmente comida por otro animal, de modo que constituye una inversión más estable para el macho", cuenta Moya. Seguro que en Épila también..¡¡
Además, si se confirma la hipótesis de que las hembras mejor alimentadas invierten en brocales más altos, es posible que una simple inspección de la altura del brocal permita al macho evaluar el estado de hambre de la hembra, y calcular así las probabilidades de ser atacado y consumido porella.
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Nido fotografiado el 26 de Noviembre 2022 y las siguientes de la Lycosa Hispánica
Lycosa hispanica es una araña propia de las llanuras esteparias, en ambientes soleados con poco recubrimiento vegetal, con matorral bajo. Las hembras excavan en el suelo nidos cilíndricos de unos 30 cm de profundidad y cuyo interior se encuentra tapizado de seda, con una elevación alrededor de la entrada fabricado con seda y materiales del entorno, que se interpreta como protección para evitar la entrada de escorpiones. No suelen salir, cazando desde allí....
Los machos deambulan cazando sus presas y buscando hembras con las que aparearse. Permanece en el nido durante el día y sale de caza por la noche, siendo sus presas invertebrados pequeños y practicando incluso el canibalismo.
El cortejo tiene lugar en primavera, y avanzado el verano, la hembra construye un capullo en el que deposita un centenar de huevos, y lo expone al sol cabeza abajo en la salida del nido. Una vez eclosionan, las crías se suben al dorso materno para protegerse hasta que tienen cierto tamaño y pueden valerse por sí mismas. Su ritmo de crecimiento es bastante lento y tardan dos años en madurar sexualmente. La mayoría de los machos mueren durante ese su segundo año de vida al ser devorados por las hembras tras la cópula, en tanto que ellas pueden alcanzar los cuatro.
Otro ejemplar de Lycosa hispánica fotografiada el 04 de Mayo 2023.
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