-El tiempo de la Zaragoza de retaguardia se saturó de actos y
símbolos religiosos. Casi todos los días había algún acto de desagravio ya fuera de los vecinos de Épila, las juventudes de Renovación española o un desfile de Requetés con Mola
Por su marcado carácter simbólico destacaría la ceremonia del 15 de agosto por la que se colocaba a la Virgen el manto con las insignias de Capitán general del ejército. La imagen del Pilar se vestía definitivamente para el combate.-
Nos cuenta Nuestro Amigo Joaquín Sobreviela Alonso:La simbiosis maligna de Iglesia/Alzamiento, que tanto lugar dío a represalias asesinados en ambos bandos, se fusilaba con el crucifijo y todo estaba permitido contra los "rojos" y "los sin Dios", hasta meter al dictador bajo palio. de esos lodos estos barros. Y desgraciadamente después de 82 años aún seguimos sin reconciliación.
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