Mahoma el Marrueco, moro y tamborino habitante de la villa de Épila firmó en mayo de 1479 con los mozos cristianos se señaló que había de “fazer servicio a los ditos mocos et toquarles para baylar todas las paschuas, dias de domingos, de Santa Maria, de Apostoles et qualesquier otras fiestas mandadas por la yglesia y por la villa guardadas” PinchaAqui
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Reproducción por Luis Salesa del Chicotén de Épila
En estas líneas quiero dar a conocer lo que posiblemente se asemeja a la vida de Mahoma, un músico tamborino que tocaba en las calles y celebraciones en Épila tanto para Musulmanes, Judíos y Cristianos de la Villa. Según la definición de la RAE, tamborino es Tambor pequeño que, colgado usualmente del brazo izquierdo, se toca con un solo palillo o baqueta, y, acompañando por lo común al pito, se usa en las danzas populares. Este vocabulario etimológicamente se compone del sustantivo «tambor» y del sufijo «ino» que indica como valor diminutivo.
Ya en Mayo de 1479 firmó con los mozos cristianos, se señaló que había de “fazer servicio a los ditos mocos et toquarles para baylar todas las paschuas, dias de domingos, de Santa Maria, de Apostoles et qualesquier otras fiestas mandadas por la yglesia y por la villa guardadas” Un mes después, el mismo Mahoma se contrataba como juglar de los mozos judíos de Épila “por serviros de juglar e sonar de tamborino todos los sabados e paschuas de jodios que cayran en tiempo de hun anyo”.
De esta manera quedaba garantizado el baile para la comunidad judía en su día festivo, el sábado. Ahora bien, dada la religión del juglar, se establecía una prelación, de forma que si algún sábado o pascua judía coincidiera con fiestas de cristianos o de moros, aquel sábado no tocaría para los mancebos judíos, si bien les resarciría haciendo música para ellos tantos días como les hubiera fallado. En los tratos de mancebos y juglares suele incluirse una cláusula en la que se especifica que el músico disfrutará de tres domingos libres al año para disponer de su persona y oficio en lo que desee, ahora bien, lo común es que se establezcan salvedades. En los contratos de Mosqueruela de 1385 se detalla que los juglares podrán tomarse tres domingos, con la condición de que no sean del mes de agosto, ni fiestas de pascuas, ni haya bodas de los jóvenes de la asociación, ni se trate del domingo en la que otras hermandades de jóvenes acuden a solazarse a Mosqueruela, probablemente se esté haciendo referencia a las celebraciones de confraternidad con los lugares vecinos por ejemplo los Pueblos más cercanos. De lo que podían hacer los juglares en este tiempo vacacional nos brinda información el contrato de La Almunia de Doña Godina de 1486, cuando indica que Juan Navarro, el tamborino, “se tome tres domingos o otros tres dias festivos que querra pora tres bodas que pueda tocar, con que no sean en Pascua ni en dias de Santa Maria”. De nuevo topamos con la suerte del desciframiento de lo evidente para los coetáneos, puesto que las bodas eran una fuente fundamental de ingresos para estos músicos populares. Mahoma el Marrueco, el moro contratado por los mozos cristianos y judíos de Épila en 1479, incluía en el pacto con los cristianos –y por tanto en el salario global- el tocar en las bodas y esponsales de los mozos del real. Ahora bien, se dejaba constancia de que si en Épila había “bodas o sposallas, assi de christianos como de jodios e moros [...] que el dicho Mahoma les pueda servir y aquellos dias de fiesta que baquara los haya de emendar complido el tiempo” En Épila o La Almunia, por ejemplo, los mayorales de las mancebías hicieron constar la obligación de los juglares de acompañarles de modo permanente durante las rondas y albadas de este período, especificando, en el caso de Épila, que duraría desde el día de Navidad hasta el de San Julián (9 de enero): “Item, que del dia de Nadal fasta el dia de Sant Julian, continuament, todos dias les haya de servir y toquar”.
También estos músicos padecían de enfermedades laborales como da constancia en 1486, en La Almunia de Doña Godina, se contempló el supuesto del absentismo laboral por enfermedad del juglar y la pérdida de parte de su salario como también es de suponer que le ocurriese en alguna ocasión a los que hubiese en Épila.
Se tiene noticia de otros tamboreros musulmanes, como el Andalla Mediana, labrador y tamborino de Aguilar de Ebro; el tamborinero Mahoma de Cuarte, moro de Nuez; y Mahoma Jacir, tamborinero de Mediana...etc
Entre 1650 a 1655 ya pintó Juan Galbán a estos dos Angelotes tamborinos en el interior de la cúpula del convento de las Hermanas Concepcionistas de Épila como se muestra en la siguiente fotografía. |
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Pintura que se encuentra en el Convento de las Hermanas Concepcionistas de la Villa de Épila
Estas pinturas su fecha aproximada esta entre 1650 a 1655
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En esta fotografía se puede apreciar lo que posiblemente podría ser la opción mas sensata de como podría tocar Mahoma en Épila, ante dudas sobre que instrumento tocaba si no hay pruebas ha de siempre ser la mas "sensata"
En una "casa" vieja de Épila pegando a la Iglesia se encontró este chiflo de caña
Nos cuenta nuestro Amigo y Profesor Mario Gros; Por el extremo cerrado y los restos de pintura, me inclino a pensar que es una flauta de "atrezzo", o sea, para una obra de teatro o representación: un belén viviente, un pastor de dance, una reconstrucción de las pinturas de la bóveda del convento de las Madres Concepcionistas... Algo así...
Y sobre la época, lo cierto es que la caña, si está en buenas condiciones de humedad, puede mantenerse muy bien durante muchos años, incluso milenios. En tumbas egipcias han aparecido instrumentos de caña perfectamente conservados de más de 3000 años.
La tonalidad de la caña tampoco aporta mucha información: el tono anaranjado depende del tiempo que esté expuesta a la luz solar. O sea, que no puedo aportar mucho en cuanto a antigüedad.
El taco de madera podría ser de madera de adelfa (Nerium oleander), muy utilizado para este fin en todo el mediterráneo.
El ventana del bisel me parece excesivamente larga. Puede sonar, pero será muy "rasposo". El agujero posterior está muy arriba: es difícil pensar que fuera funcional
Por otra parte, no tengo noticias de flautas de tres agujeros construidas en Arundo donax: la baja densidad del material y la gran relación diámetro/longitud (esbeltez) dificultan mucho el sacar los armónicos agudos del tubo
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Pintura de la Artista Local Pilar Langa que recrea una escena, que bien podría ser el propio Mahoma en compañía en la puerta que se encontró en la residencia de ancianos en 2002.
La Última vez que salió reflejado un Gaitero y Tamboril en Épila
fue el 19-IX-1928 en su programa de fiestas de aquel año, aunque
quien sabe a quien se referirá...¡¡