Las serpientes crecen toda la vida, en mayor o menor medida, pero crecen. Llega un momento en que la piel se les queda pequeña, y la mudan. Por lo tanto no hay un momento determinado, quizás con el buen tiempo si comen más a menudo pues crecen más rápido y mudan más, pero todo va condicionado a eso... que no les quede pequeña.
Desde a principios o mediados de primavera que es cuando empiezan a salir hasta otoño que es cuando empiezan a invernar es cuando vas suelen mudar debido a que es la época que más actividad tienen.
En ocasiones se puede intuir el patrón de coloración en la muda. Pero lo que más ayuda a identificar a una serpiente por su muda, es la parte de la cabeza, donde podremos ver las escamas cefálicas, lo que muchas veces es suficiente para identificarlas.
En cuanto a la medida de la muda, ésta suele ser bastante mayor de lo que es el ejemplar, ya que en la muda las escamas no están superpuestas como en la serpiente, sino una a continuación de otra sin tocarse.
Y un apunte: No se desprenden de la piel, sino solo de la parte más superficial de la epidermis. La más endurecida y la que más desgaste sufre al reptar.
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