Esta casa es del conde Montenegron!!!esta en la calle Silvestre Pérez n 14....y anteriormente estaban las oficinas de la cooperativa San Pedro Arbués,
Antiguamente las Personas Mayores se referían a este edificio también como el Católico...También en este edificio estuvo la Sede del PAR y en su fachada estuvo el logotipo.
Según nos cuenta Nuestro Amigo Manuel Ballarin Aured: En los años de la II República, en ese edificio tuvieron sus sedes el Sindicato Agrario Católico y las secciones femenina y juvenil de la derechista Acción Popular (de la CEDA, el partido liderado por Gil Robles): la Agrupación Femenina Aragonesa (AFA) y las Juventudes de Acción Popular (JAP). En ellas militó lo más granado de la "buena" sociedad Épilense; poco después, la mayoría lo haría en Falange Española de las JONS. (El Sindicato Católico, con otros fines que en el primer tercio del siglo XX), pervivió, en esos mismos locales, hasta finales de los sesenta o principios de los setenta.
Además del sindicato, también estuvo el Casino Católico. Y después, el Plantel, aquella interesante experiencia colectivista protagonizada por un nutrido grupo de jóvenes agricultores (Manuel Sobreviela, Emilio Llanas, Fernando Ortubia, José Rodríguez, Alejandro Cortés...), dirigida por el Sr. Zarazaga y presidida -si no recuerdo mal- por Nicolás Ondiviela y José Antonio Rosel. Su labor fue recompensada ¿por el Ministerio? con un viaje a EE.UU.
Si no recuerdo mal, en el Católico, en los años sesenta, expendía (¿Villa?) a los socios de la cooperativa los vales para retirar vino. Y, si no me equivoco (creo que no), en ese edificio tuvieron la sede las Juventudes de Acción Popular y la Asociación Femenina Aragonesa, las secciones juvenil y femenina del partido de Gil Robles en Aragón, además, claro, del Sindicato Agrario Católico, que compitió con el de los agricultores fuertes, La Unión Labradora
Y, si me equivoco, en la planta baja, en la parte más próxima a la plaza Esponera, vivía un guarda del Sindicato de Riegos.
Nos cuenta Nuestro Amigo Joaquín Sobreviela Alonso: Noviembre de 1.975, estando ellos allí, murió Franco y llegaron a pensar que no podrían volver, 21 días estuvieron, esos 13 jóvenes agricultores de Epila, por EEUU viendo fincas y cultivos por varios estados y visitando las grandes ciudades, todos grandes amigos incluido mi hermano. Fue un viaje espectacular, ahora en estos tiempos seria normal, lo excepcional era en aquellos años, salir al extranjero (cruzar el charco) gratis total...
-Nos cuenta Nuestro Amigo Agustín G Lázaro: En el bajo a la derecha viví con mi familia 7 años, hasta 1969, cuando trasladaron la azucarera. Recuerdo a la Tía Paca, que vivía también en el bajo, ven esa puerta de las pilastras, a la oficina de la cooperativa, con Cecilio Cortés y Villa, A la familia Ramón, que vivía en el antiguo casino, en cuyos armarios había montones de viejas Barajas usadas con las que hacía carpetas y carpetones. Sus hijos tenían la peluquería de la plaza. En el tercero vivía Enrique Remiro y en el cuarto la señora Amparo. Por la entrada principal, a la derecha había un pasillo que conducía a los corrales y a las cuadras, donde mi padre hizo un gallinero con tela metálica y unas conejeras y yo plantaba tomateras en el corral abandonado de la señora Amparo. A ese mismo espacio daban las ventanas traseras de algunas casas de la calle Larga. Hace 52 años de eso... Porque aunque uno se va del pueblo, el pueblo nunca se va de uno.
-Nos cuenta Nuestra Vecina Angelines Serrano Lorente: Yo me acuerdo que me decía mi madre cuando salgas de la escuela ves a por un vale al católico que no tiene tu padre vino y me llevaba alguna amiga porque estaba oscuro y tenía respeto a subir por las escaleras aquellas .
-Nos cuenta Nuestra Vecina Ana María López García: a mi, también me daba miedo, cuando iba a casa de mi primos, Carmína y Paco Remiro, que vivían en el 3°.
-Nos cuenta Nuestro Amigo Joaquín Sobreviela Alonso; Como ya se dijo por los intervinientes, me toco frecuentar bastante la casa, pues allí vivían Agustín García Lázaro, padres y hermano José Luis, entrando a la derecha y desde una ventana de la cocina (creo recordar), la mama de Agustín, la buena de la Mariona, me veía llegar y llamaba a su hijo para que me abriese, y en el tercero vivía Enrique Remiro Lana, (desde hace muchísimos años mi vecino ahora), con sus padres Paco "rojo peligroso" , Carmina, y su hermana Eva, que buena gente también. Me recibían y trataban tan bien, que me sentía feliz por ir a buscarles a ellos y quedarme en sus casas horas. Con posterioridad ya en mi puesto de trabajo en el Sindicato de Riegos, situado calle arriba, en los bajos de la Casona de la familia Balançó/Esponera, y no viviendo allí ya mis amigos, (Agustín en Jerez y Enrique en la C/ Ronda), iba a diario a las oficinas de la Cooperativa SPA con Antonio Villa y Cecilio Cortes, para temas agrícolas relacionados con nuestras respectivas entidades, aunque también como otras personas que lo comentan, desde que tengo uso de razón me toco ir a por el vale de vino Clarete o tinto para mi padre (socio fundador), y mistela y pajarilla, (para pasar madalenas y mantecados), si me mandaba mi madre. Coño que recuerdos.
-Nos comenta Nuestro Amigo Manuel Ballarin Aured; Si no recuerdo mal, en el bajo (donde estuvo la puerta original del edificio, hoy condenada), vivió un zavacequias.
-Y le contesta Nuestro Amigo Joaquín Sobreviela Alonso; No recuerdo con certeza su nombre, pero cuando saqué la plaza de Secretario noviembre de 1977, ya estaba jubilado, creo que era Ángel ¿ Latorre ?, te hablo de oídas ya que no lo conocí en ejercicio.
-Y le contesta Manuel Ballarin Aured; Cierto, Latorre.
-Nos cuenta Nuestro Amigo Agustín G. Lázaro; Que de recuerdos al ver esa foto de la que fue mi casa ... Algunos de esos recuerdos ya están en el blog y otros los ha traído también Joaquín. Esa placeta es testigo de mis juegos infantiles con Emilio Llanas, Manuel Valero, Enrique, Fernando Salanova, Mariángel Pimpinela y tantos amigos y amigas... Haciendo esquina con mi casa, en el bajo de la casa que fue de la familia Chagoyen, había un pequeño almacén alquilado a la cooperativa, que rara vez se abría, en el que se depositaban para su venta, bovinas de liza y unas extrañas "piedras blancas"... Con el tiempo supe que eran esos bloques de sal que se ponían en las cuadras para el ganado ... Uno de los bordillos de la acera de la placeta era muy diferente a los demás, muy áspero... Lo utilizaban los mayores para afilar cuchillos y herramientas y los niños para lijar los huesos de los alberjes con los que hacíamos silbatos. En las noches de verano, la placeta era el punto de reunión de los vecinos para tomar la fresca en un concurrido corro que duraba hasta muy tarde. En el silencio de la noche se escuchaba el ulular de las lechuzas o mochuelos que poblaban la torre y los tejados de la iglesia. En las mañanas de junio llegaban a la placeta la fragancia de las flores de los jardines como anuncio de que el verano ya se acercaba. Recuerdos ...
Otra fachada que no se debería dejar que se hunda, o se malogre. Quedan pocas como esa en Épila
ResponderEliminarMuchas gracias por su comentario, me queda decirle que el Patrimonio de Épila se debería defender a capa y espada por TODOS los Épilenses..!
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