Esta huella de Mapache ha sido encontrada entre el termino de Lumpiaque y Épila.
La llegada de los mapaches como especie invasora en España se remonta al 2001, cuando comenzaron a encontrarse animales asilvestrados en Mallorca y en la Comunidad de Madrid. "El mapache (Procyon lotor) es una especie invasora en Europa y representa una grave amenaza para la biodiversidad autóctona y la salud humana. Los primeros individuos escaparon de las granjas peleteras o fueron liberados para cazar", afirma Iván Salgado, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), en su estudio publicado en Biodiversity and Conservation, "Hoy en día, el comercio de mascotas es la principal vía de introducción y los mapaches se han adaptado a diferentes entornos, incluso urbanos y residenciales". Según el artículo, muchos países europeos ya observan problemas ambientales derivados de la presencia de mapaches en sus ecosistemas. "En Europa central, la población de mapaches ha aumentado en más de un 300% y crece a tasas exponenciales desde la década de 1990. El mapache está fuera de control en Europa". A pesar de sus riesgos, el autor denuncia que no se ha elaborado un informe sobre la evolución de los mapaches en Europa y afirma que, para atajar el problema, debe prohibirse el comercio del mapache como mascota, activar un sistema de detección y contención de sus poblaciones y proteger aquellos ecosistemas y especies que están viéndose afectadas.
Por su gran voracidad y agresividad es capaz de desplazar, consumir y, en algunos casos, comprometer la conservación de numerosos grupos taxonómicos. A pesar de ser omnívoro, se le considera un potencial cazador de pequeños y medianos mamíferos y aves y depredador de nidos, por lo que tiene un importante impacto sobre muchas especies, entre las que se incluyen las cinegéticas como la perdiz.
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