Hermosas fotografías realizadas entre los montes de Épila el día 28 de Noviembre 2022 (pido disculpas por no ser 100% nítidas.) Las Águilas Reales tienen una envergadura alar de 2,2 m. Es el águila de mayor tamaño de nuestro territorio.
Su tonalidad es monocolor, pardo claro u oscuro. Los ejemplares jóvenes tienen la cola blanca en la raíz e incluso algunas zonas blancas en las alas. Sus patas están emplumadas hasta el nacimiento de los dedos.
El águila real es un ave muy adaptable. En tiempos antiguos era nativa de toda la zona templada del hemisferio norte.
En la Península se mantiene en los Pirineos y en otras cordilleras. Las águilas reales peninsulares son animales sedentarios; no obstante los ejemplares más jóvenes recorren enormes distancias durante su primer invierno.
La pareja de águilas se mantiene obstinadamente fija dentro de un territorio de grandes dimensiones, donde posee varios nidos, alguno de ellos antiquísimo, que van utilizando sucesivamente.
Estos nidos no están en lo más alto del monte; normalmente se encuentran en cavernas rocosas, y a veces en los árboles, por lo general en zona más baja que su terreno de caza, de tal manera que el águila parece "columpiarse" cuando vuela con una presa grande en dirección a su nido.
Cada pareja de adultos inicia los vuelos nupciales en el mes de enero. En esta época, ambos sexos vuelan juntos simulando ataques en los que entrechocan las garras. Posteriormente, arreglan uno de los tres o cuatro nidos que poseen en su área de cría.
La incubación de los dos huevos se inicia entre marzo y mayo y dura aproximadamente 43 días. Sólo incuba la hembra, permaneciendo en el nido incluso después de que los polluelos han salido del cascarón; hasta que, después de 5 semanas, las plumas rompen a través del plumón de los polluelos. A partir de entonces el pollo (normalmente único; el más débil suele morir si escasea la caza) se queda solo, recibiendo la comida una vez al día en el borde mismo del nido. Cuando han pasado 8 semanas, el aguilucho tiene ya el plumaje completo y a sus 80 días ya vuela.
Persigue volando a animales huidizos, pero frecuentemente la víctima se pone a salvo escondiéndose. Si después de un centenar de metros la persecución no ha dado resultado, el águila abandona.
Entre sus presas destacan las palomas, los córvidos, los conejos y las liebres. A pesar de ser un excelente cazador, en muchas ocasiones se alimenta de carroña. Le gusta apresar cabritos y corderos.
El águila simboliza la altura, la conexión con lo divino debido a su proximidad al sol y, sobre todo, el principio de la espiritualidad.
El águila como animal de poder aporta fuerza, vitalidad, renovación, pasión, nobleza y valentía, entre otros simbolismos posibles. Si tenemos en cuenta las creencias de la cultura chamánica, los animales de poder suelen ofrecer mensajes acerca de situaciones personales, ayudándonos a afrontarlas con éxito.
El águila simboliza a Juan porque esta ave se considerada un animal sabio y clarividente, que cuando vuela mira directamente al sol, y el Evangelio de Juan es más abstracto y teológico que los demás.
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Las siguientes fotografías fueron realizadas el día 01 Noviembre 2023
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