domingo, 30 de agosto de 2020

02 Noviembre 1906. Matadero de Épila

El Matadero....Conjunto formado por dos edificios situados en torno a un patio central, más un segundo patio anexo en la parte posterior, y cerrado todo el recinto por una tapia. En la parte delantera se levanta el edificio dedicado a vivienda y, en el centro, el matadero propiamente dicho, ambos con características arquitectónicas comunes que dan al conjunto un claro sentido unitario. La entrada al recinto se realiza por dos accesos: un gran portalón abierto en el lateral derecho, que comunica directamente con el patio central; y uno secundario en el lateral izquierdo, que da acceso al patio posterior desde la carretera.
La vivienda tiene planta rectangular, dos alturas y se cubre con tejado a cuatro aguas de teja árabe. Al exterior, las fachadas arrancan de un zócalo enfoscado de cemento delimitado por una hilada de ladrillo atizonado en vertical, que destaca sobre el enlucido liso de los muros. Los vanos son adintelados en arista viva, con alféizar de ladrillo y reja de hierro. En la fachada principal se agrupan verticalmente en tres ejes compositivos que reflejan la división interna en dos pisos. El eje central de simetria se resalta mediante un amplio vano en el piso inferior y un balcón en el superior. Un sencillo alero de ladrillo recorre todo el perímetro del edificio, formado por dos hiladas de ladrillo atizonado en vertical, dispuesto espaciadamente en la hilada superior.

El edificio del matadero se compone de tres cuerpos de planta rectangular, uno central más alto y destacado en planta y dos laterales adosados en sentido transversal. En el interior, son naves de una altura, cubiertas por armaduras de madera de par e hilera que apoyan sobre los muros (los pares) y sobre cerchas de pendolón (la hilera), de madera con refuerzos de hierro. El cuerpo central se cubre a cuatro vertientes y los laterales a tres, con teja árabe al exterior. El cuerpo central tiene adosada a su espalda una construcción más baja de fecha posterior. El juego de volúmenes netos define la arquitectura de este edificio, así como el aspecto cerrado que le confiere el claro predominio del muro sobre el vano, sólo roto en el piso superior del cuerpo central. Este cuerpo se resalta como eje de simetría al estar destacado en planta y en alzado, y se potencia su verticalidad mediante la apertura de amplios vanos de desarrollo vertical y lucernas, que contribuyen además a aligerar el muro y contrarrestar la sensación de pesantez y horizontalidad que domina en las alas.

Todos los vanos son adintelados en arista viva, con carpintería de madera y cierre de celosía. Los cuerpos laterales se abren únicamente en cada fachada mediante tres pequeños vanos de iluminación de desarrollo horizontal. En cambio, el cuerpo central presenta en el piso superior tres amplios vanos verticales con alféizar de ladrillo en cada uno de los hastiales y cuatro vanos de menor tamaño en los paramentos laterales, agrupados en parejas (ventana vertical y pequeña ventana horizontal). La iluminación de este cuerpo central se consigue también mediante dos lucernas de tipo mansarda, con tejadillo a dos aguas, que rompen la cubierta en la parte correspondiente a los hastiales. En el alzado exterior, destacan también un zócalo y un alero de ladrillo, iguales a los que aparecen en la vivienda.
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Boletín Oficial de la Provincia de Zaragoza: Año LXXIII Número 259 - 1906 noviembre 2
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 -Nos cuenta Nuestro Amigo Manuel Ballarín Aured: Comenzó a construirlo el Frente Popular, en 1936, bajo proyecto del arquitecto Alberto Huerta Marín, vinculado familiarmente a Épila y uno de los más prestigiosos del momento, aunque de la dirección de la obra se hizo cargo el no menos eximio Regino Borobio, dado que a Huerta le sorprendió la sublevación militar en el País Vasco. La contrata de la obra la ganó la empresa zaragozana Mateo Zapata SA. Durante el proceso de construcción, se registraron tres huelgas: de obreros y de propietarios de carros.
El anterior matadero (o macelo) estaba situado junto a la acequia que discurre al lado del antiguo cuartel del barrio de San Juan.
 
-Nuestro Amigo José Luis Hernández: Ahí te quería ver...El proyecto creo que tuvo también como objetivo paliar el gran paro obrero. existente...
 
-Nuestro Amigo Manuel Ballarín Aured: Por supuesto. Copio de mi libro: "Mientras tanto, una de las obras iniciadas con el propósito de generar jornales, la construcción del matadero público, se vio comprometida por sucesivas huelgas que demoraron su construcción durante meses. Adjudicada por 56.359,88 pesetas a la empresa que ya se había encargado de la ejecución del grupo escolar, la zaragozana Mateo Zapata, la obra registró nada menos que tres conflictos durante aquella primavera: entre los obreros y los propietarios de carros, entre estos y la empresa y entre esta y los obreros. Al final, los ánimos se apaciguaron gracias a la buena disposición del ayuntamiento, que se hizo cargo de los gastos del reconocimiento médico semanal y abonó a Zapata 50 céntimos por obrero/día para que el jornal de los trabajadores pudiera llegar a las 8,50 pesetas vindicadas por estos"
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Boletín Oficial de la Provincia de Zaragoza: Año LXXVII Número 240 - 1910 octubre 10
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Nos comenta Nuestro Amigo Agustín G. Lázaro: Muchas gracias. Muy interesante.!!! En el libro de Manuel Ballarin Aurd  pudimos ver todos los detalles de esa construcción que fue de gran importancia en su momento. Como dato negativo, recuerdo que el canalillo de evacuación vertía hacia una acequia detrás del instituto donde a veces se veían restos a los que acudían las ratas a darse el festín.
Le contesta Manuel Ballarin Aured diciéndole: solo se veían los despojos cuando, para proceder a la limpieza de la acequia, se cortaba el agua. Entonces, la chiquillería de mi barrio aprovechaba para, entre aquellas inmundicias, recoger toda suerte de chatarra y llevársela al herrador Pascual Berduque. Con el pingüe beneficio obtenido, comprábamos un polo (lo compartíamos: no llegaba para más) a tu tío "Trompeta". No me explico cómo sobrevivimos a aquella costumbre.
Boletín Oficial de la Provincia de Zaragoza: Año XCVI Número 162 - 1929 julio 10
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