domingo, 27 de enero de 2019

08 Agosto, Épila con la Virgen del Pilar



           Épila con la Virgen del Pilar Agosto de 1936
También existen otras opiniones por ejemplo la que se refleja en un cómic, "el arte de volar". de Antonio Altarriba. En el relata un testigo como las bombas aparecieron de mañana, sin haber oído ni sirenas ni bombardeos durante la noche. El vivía entonces en una pensión en la plaza del Pilar...
Según nos cuenta Nuestra Vecina María Luisa Sobreviela: No sabia yo que había ávido un alcalde en Épila Sobreviela...
Nuestro Vecino Joaquim Sobreviela Alonso le contesta: Luis Sobreviela, El Fraile, tu suegro Luisita era su sobrino, (era hermano de su padre), recuerdo que el Andrés le administraba las tierras comunales de Rodanas, quizás aun las llevara tu marido, supongo, y era el padre de Angelines Sobreviela, lo pusieron a dedo tras el golpe de estado del 36, por ser "persona de bien" o sea de derechas, seguramente de Falange Española.

miércoles, 23 de enero de 2019

06 Noviembre 1846. Antiguas técnicas Apícolas

El término Apicultura proviene de dos palabras latinas: Apis, que significa abeja, y Cultura, que significa cultivo o cría. Por tanto, la Apicultura es la actividad humana dedicada a la cría y el cuidado de las abejas.



Imagen de otro Blog para que tengáis idea de como seria su fachada
Imagen de otro Blog para que veáis  cómo sería la entrada de cada Hornillo

Fotografía tomada 10 de Julio de 2014,se puede observar bien el ventanuco y hasta el Alféizar
Marcados con un circulo están lo que quedan de las entradas de las Abejas....
Fotografía de mediados de los 90
 Abril 2020


En esta fotografía en la parte inferior izquierda se aprecia lo que en su día pudo ser el hueco de una "chimenea"
vista del agujero desde arriba hacia abajo del orificio de la chimenea, tiene setenta centímetros de diámetro y un metro con noventa centímetros de altura, excavada en la roca.

Otra de las muestras que aun quedan en pie de la Historia de Épila y en esta ocasión la encontramos en el llamado "Corral del Putero" donde aun aguantan unos vestigios de las mas Antiguas Técnicas de Apicultura en la zona, Es curioso pero antiguamente las abejas convivían con el ser humano, es más existían abejares en las propias casas hasta que en el siglo XV, se prohíben los "peages" por el traslado de colmenas debido a que en muchos lugares existían «bassos de abellas»[i] dentro de la población, las ordenanzas municipales comenzaron a obligar a sus dueños que los trasladaran al extrarradio,estos abejares responden al modelo de abejar de colmena horizontal de 40 centímetros de diámetro aprox

La Villa de Épila y todo su término Municipal ya desde hace más de 300 años era un Paraíso para colmenas porque la Gran mayoría de sus campos que hoy son frutales y cultivos del cereal eran todo Romeros para la ganadería que para las Abejas es lo mejor ya existían innumerables Peones (Colmenas)…¡¡¡ 

Según nos cuenta el apicultor de la zona tiene una perfecta ubicación estas "colmenas", orientado al sur, sol de la mañana agua cerca y contando q en aquellos tiempos la zona de Puitiños y dehesa de Rueda eran un romeral, del que aún quedan unas pequeñas manchas en las cercanías de las Hermanicas de Rueda de Jalón. 

Existen referencias referencias del siglo XVI -XVII el Libro se editó en 1620 un tal Jaime Gil de Magallón ya escribió que Épila y la vega del Jalón era muy bueno para Peones (Colmenas de Caña) y había un sinfín de estas últimas…¡¡ 

Otra referencia es ya más tarde en el Siglo XVIII en el año 17.. un Colmenero de Cabolafuente (cerca de Ateca) le escribió una carta al Boticario Martínez de Épila Gran entendido en cuestiones Apícolas (esa es la noticia que dice se supone que le pediría consejo para algún asunto relacionado con la Apicultura). 

Este Corral de Putero también sale en documentación del siglo XIX…. 

En Épila a los alojamientos Apícolas o colmenas se les llamas por el término de Hornos y a la división de estas Hornillos. 

El corral de Putero está en un emplazamiento ideal al encontrarse en medio entre el Monte y la Huerta ya que así cubres todas las épocas del año. 

Antiguamente se llamaban Peones se construían de caña ó Mimbre en forma de cesta sin “culo” o roscadero, una vez construidos se aislaban con Goeña de Vaca y una tierra blanca muy fina que pesa muy poco,tanto por dentro como por fuera, los tapes solían ser o de Yeso, de tablas de madera (haciendo el círculo), trozos grandes de cuero, sacos de arpillera lo que cada uno le viniese mejor para esa labor y luego se cerraban con barro,yesos o adoba luego con una rasqueta era muy fácil quitarlo para sacar la Miel…. 

En Épila el Abuelo Vicente a principios de siglo ya empezó a trabajar con las hoy conocidas “Cajas” 

El corral de Putero tiene que ser del Siglo XVI al XVII porque su construcción es similar a las de aquellos tiempos, y se aprecian en el mismo lugar varias construcciones 

El edificio no parece gran cosa a simple vista, pero analizándolo detenidamente me pareció que nada quedaba la azar, era fruto de un saber transmitido desde siglos, está situado en un paraje donde abundan las aromáticas, en una ladera, por lo que su pared trasera se entierra en la tierra, consiguiendo con ello que el edificio no sea alto, propiciando a la vez el calor de esta y refugiándose así de las inclemencias de los vientos y de las temperaturas tan extremas del invierno Épilense. 

La orientación de la pared principal, donde se alojan las colmenas, y la entrada de las abejas está dirigida a la salida del sol, por lo que los primeros rayos de sol calentaban de inmediato las colmenas activando a estas pequeñas y grandes trabajadoras con las primeras horas del día,¡¡la producción también es importante!! 

La boca de entrada al apartamento por el exterior está tapada también con barro dejando una pequeña entrada no más grande que lo justo para permitirles el paso, por la parte interior se tapaba con piedras planas trabajadas en forma circular para ajustarse al cesto y digo yo que precintadas con barro para dejarlas estancas 

Sus apartamentos están hechos de mimbre, que este último bien abunda en el Jalón bien conocido por los Épilenses, su estructura en forma de cesto, pero sin culo ni tapa, alargado como de un metro aproximadamente y todas colocadas con una pequeña caída hacia el exterior, compactadas y recubiertas de barro, en mi humilde opinión el mejor aislante que la naturaleza nos proporciona. 

Los vasos venían a ser a modo de pequeño roscaderos formados de corcho, mimbre o tejidos de caña entrelazados y recubiertos con una mezcla de estiércol de vaca y tierra, amasada con agua que una vez seca, daba consistencia y servía de aislante al recipiente. Este método, llamado “colmena fijista”[ii] fue tradicional en España hasta principios del siglo XX, época en la que se introdujo el llamado sistema de “colmenas movilistas” creado por Langstroth en 1895. 

La Apicultura representó en la sociedad tradicional una actividad complementaria para la economía rural de subsistencia de Campo conjunto con la Sogueta, recoger esparto, recoger arena para fregar.... 

El más ancestral de los receptáculos para alojar la colonia de abejas es lo que se denomina “dujo” (del latín dolium, vasija). Se trata de una colmena elaborada a partir del tronco vaciado de un árbol. Generalmente, se emplean los troncos de Roble o Rebollo y Olmo, aunque también otros como el Tejo, el Fresno y el Haya. El “dujo” es un recipiente mueble, que incluso se traslada estacionalmente. Sustituido por las modernas colmenas, por su menor producción de miel, todavía es un artefacto común en los campos de Cantabria. 

El “hornillo” era originariamente un dujo en posición horizontal que se incrustaba en las paredes de las viviendas y edificaciones anexas como cuadras, pajares, horneras y “colgadizos”. En este caso, se trata de una estructura inmueble ya que se tiene que alojar dentro de estructuras arquitectónicas. 

La salida de las abejas se orienta hacia el exterior, hacia la calle o huerta. En la mitad del panal se realiza una apertura (“piquera”) que sirve de entrada y salida a las abejas. Se trata de un rebaje hecho con azuela, junto con varios agujeros (2 a 5) conocidos como “aviaderos”. En ocasiones se añade también una tablilla que facilita la entrada de las abejas cuando vienen cargadas de polen y néctar de las flores. 

Por dentro se colocan una o dos cruces de madera, con el objeto de sujetar los panales de las abejas y para mostrar al apicultor hasta dónde puede extraer la miel. 

El acceso a la colmena para la extracción de la miel se realiza por la parte posterior de la colmena. El “hornillo” se cierra con una tapa de madera sujeta con unas tiras de cuero que hacen a su vez de bisagras. En ocasiones para mejorar la protección se tapaba con un saco de arpillera o lona. 

Cuando los “hornillos” se localizan en construcciones realizadas ex profeso, fabricadas sólo para albergarlos, reciben el nombre de “hornilleras”. Estos edificios se orientan al mediodía, 

Son estructuras arquitectónicas realizadas a canto seco o trabado con barro o adobe. Los “hornillos” se disponen horizontalmente, en filas superpuestas de tres o "cuatro". Se encuentra la fábrica bien remada para evitar la entrada de ratones, agua y frío. Estas construcciones se realizan, en algunos casos, aprovechando cuevas o abrigos rocosos. 

Si bien los “hornillos” se disponen en lugares próximos a las viviendas, dentro del núcleo rural, las “hornilleras” se localizan normalmente alejadas de los pueblos. 

La relación de las gentes con las abejas es muy estrecha desde antaño. Una vinculación patente en los refranes, frases populares, adivinanzas y dichos: “Abejas revueltas, tempestad en puertas”, “El que el su colmenar quiera conservar, en marzo ha de catar”, la expresión “El dujo tiene gente”, refiriéndose a que tiene abejas, “No pica la abeja a quien en paz la deja”. 

El diccionario de la R.A.E. define el vocablo arna como “vaso de colmena”, casilla hexagonal que junto con otras forma el panal de las abejas, avispas y otros insectos. 

Las Abejas se cambian de lugares por las noches, así están todas dentro..¡¡ 

En esta fotografía se puede observar un más antiguo tejadillo que había sido tapado por el muro de piedra que lo protegió hasta que hace poco se desplomó. Las medidas de este tejadillo son de dos metros de longitud por cuarenta y siete de anchura con un angulo de caida de aguas cercano al 40º.

En la parte izquierda de la fotografía se puede apreciar el Dintel, la Jamba y parte donde se asentaba la Mocheta del ventanuco que servía para diversos fines.
En esta fotografía se puede observar de qué forma y con qué elementos se le daba más consistencia y fuerza a la construcción empleando losas de piedra de la zona, también se puede observar parte del interior de la Cueva, la cual se empleaba para las funciones Apícolas,posiblemente esta última separada del resto de la vivienda.
Fotografía desde el interior de la cueva donde se puede observar tres filas de Hornillos donde se guardaba cada Panal de abejas.
Cada Hornillo tiene un diámetro aproximado de Cuarenta centímetros + ó - ya que son construcciones irregulares.
En cada fila se pueden contar los restos de diez alojamientos de Hornillos, donde depositar las Abejas, aunque podrían tratarse de alguno más pero eso los expertos lo dirán.
Los alojamientos  de Hornillos más bajos están llenos de Vegetación y tierra de los años de abandono que tiene el lugar.
Fotografía que muestra más detalladamente el interior de la Cueva con una altura no superior a los dos metros.
Esta fotografía muestra desde qué dirección vienen los rayos Solares a finales del mes de Noviembre del 2020.
En la parte superior y centrado tenemos en la fotografía los restos del ventanuco y se puede apreciar que los rayos solares a las 12:36 am daban de lleno a finales del mes de Noviembre, esto indica que su ubicación fue escogida minuciosamente para dar lo antes posible calor Solar las Abejas
En esta fotografía también se puede apreciar la dirección de los rayos Solares en las épocas de frío, esta construcción tenía una profundidad donde se alojaban los Hornillos de cuarenta centímetros para sujetar las colmenas hechas posiblemente de caña o mimbre. Cada alojamiento contaba con una separación del siguiente entre siete a diez centímetros.

Fotografía desde el interior de la Cueva con vistas al Cabezo de la Horca
Vista desde el interior de la Cueva a un alojamiento del Hornillo donde en la parte baja se puede apreciar la Piquera que es donde entran y salen las Abejas.
Plano muy rudimentario hecho por mi para que podáis visualizar la Cueva donde se encuentra esta maravilla.
Fotografía tomada del estado del exterior Noviembre 2020.
Estas fotografías son sacadas del Facebook de José Luis Ona González para mostrarles como eran los vamos donde las Abejas hacían sus culminas...Estas fotografías las saco enfrente de la Casa de Dios los primeros días de Febrero del 2013
Nos cuenta nuestro Amigo Manuel Ballarin Aured; Estos vasos tienen la misma técnica que la utilizada para confeccionar chimeneas.
Nos cuenta José Luis Ona González; Salvo que las chimeneas se enlucían con mortero de yeso y los vasos... creo que con otro material.
En el día 15 de Julio del 2022 en la misma ubicación, 9 años mas tarde, pude sacar estas otras fotografías con un poco mas de detalle de los Harnales...
En esta fotografía se pueden apreciar los dos lados del Harnal. la parte donde se ubicaría y Piqueta y el tape que se aprecia muy bien que es de tablas de madera.
En esta fotografía se aprecia que existen varios diámetros y que se conservan ahora a la intemperie.
En esta fotografía se aprecia que para guardar bien su circularidad se empleaban varias cañas haciendo su papel de diámetro y otra madera haciendo el mismo papel.
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 El Corral de Putero como nos cuentan los mas Ancianos que también serbia de ultimo refugio para los que quedaban nómadas y no tenían permitida su entrada en el pueblo de Épila, ellos fueron sus últimos moradores del Corral de Putero.
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Boletín Oficial de la Provincia de Zaragoza: Número 136 - 12 Noviembre 1846
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Corral de Putero nevado el día 20 de Enero 2024


lunes, 21 de enero de 2019

21 Julio, Batalla de Épila 1348

15.000 hombres entre caballeros y peones asediando las Murallas de Épila Ejército de Lope de Luna Lope de Luna, con 400 caballeros. Álvar García de Albornoz con 600 caballeros. Peones de Daroca.

  Se conoce con el nombre de Batalla de Épila al enfrentamiento armado que tuvo lugar el día 21 de julio del año 1348 en esa localidad zaragozana entre los partidarios de la Unión aragonesa y los del rey Pedro IV, encabezados por don Lope de Luna. Esta batalla fue el colofón de un largo enfrentamiento entre un amplio sector de la nobleza y el pueblo de Aragón contra su rey natural con la derrota total y definitiva de la Unión.

Debemos retrotraernos al año 1282, tras la conquista de Sicilia por Pedro III, su excomunión por el papa y la negativa aragonesa a apoyar al rey en las subsiguientes guerras contra el rey de Francia. En ese momento, para conseguir una presión más efectiva sobre el rey y protegerse mutuamente, la alta nobleza aragonesa firmó el Juramento de la Unión, por el que se comprometieron a prestarse apoyo mutuo contra el rey en el caso de que éste intentase menoscabar sus privilegios.
La consecuencia inmediata fue que en las Cortes de Zaragoza de 1283 Pedro III se vio obligado a aceptar el llamado Privilegio General de la Unión, ampliado todavía años después, en 1287, durante el reinado de su hijo Alfonso III

Pedro IV el Ceremonioso se había convertido en rey de Aragón en el año 1336 a la muerte de su padre Alfonso IV y su primer gran problema de política interna se produjo en 1347 con la reactivación de la Unión aragonesa. El motivo original del enfrentamiento estuvo en la decisión del monarca de hacer jurar como heredera de la Corona de Aragón a su hija Constanza, lo cual lesionaba los derechos dinásticos del infante Jaime, hermano del rey. Éste, que ejercía ya como Gobernador de Aragón, acudió de inmediato a Zaragoza a pedir el apoyo de la nobleza aragonesa contra la decisión real. Los nobles decidieronn jurar de nuevo la Unión en apoyo del infante, movimiento al que pronto se sumó la mayoría de los municipios, incluyendo a la capital. Al mismo tiempo, en el propio Reino de Valencia se organizó también otra Unión similar a la aragonesa.
En un primer momento Pedro IV procuró solucionar el enfrentamiento recurriendo a la diplomacia: convocó Cortes en Zaragoza y en ellas concedió la revocación de su decisión y se avino a confirmar los Privilegios de la Unión de 1287, no sin haber declarado antes en secreto que todas las mercedes que concediera quedaban sin efecto por haberlas tenido que hacer contra su voluntad. A partir de ese momento, la única salida posible al conflicto pasaba a ser el enfrentamiento armado.
Poco después de finalizar las Cortes el infante Jaime murió en Barcelona, probablemente envenenado por orden del propio rey, y es su hermanastro Fernando el que, desde Valencia, se pone al frente de la rebelión contra el monarca. A finales de 1347 en los dos reinos –Aragón y Valencia- se suceden los enfrentamientos.

A principios de 1348 Pedro IV consigue llegar a un acuerdo con la Unión valenciana por lo que toda la actividad militar se concentra a partir de entonces en el Reino de Aragón.

En Aragón, durante la primavera de 1348, los unionistas habían concentrado todas su fuerzas en Zaragoza. Pedro IV, una vez pacificado el reino de Valencia y con el apoyo de los habitantes de Teruel, Daroca y Calatayud se propuso marchar sobre Zaragoza para poner fin a la revuelta. Los unionistas, dándose cuenta de que no podrían hacer frente a las fuerzas reunidas de Pedro IV y Lope de Luna, intentaron cortarles el paso tomando un enclave intermedio que se hallaba en poder de los realistas, la villa de Épila. Por su parte, Lope de Luna comprendió igualmente que si los unionistas tomaban Épila él mismo se vería bloqueado e imposibilitado de recibir el apoyo del rey. Por ello dejó de inmediato el cerco de Tarazona y se dirigió a toda velocidad hacia Épila para impedir que fuera tomada. Allí tuvo lugar el enfrentamiento armado definitivo el día 21 de julio de 1348.

La batalla dio comienzo en la mañana del 21 de julio con el intento de las tropas de la Unión, dirigidas por Juan Ximénez de Urrea, hijo, de asaltar por la fuerza la villa de Épila. Dentro se había refugiado una parte del ejército real, cuya misión era defender la plaza hasta que el núcleo central de las tropas de Pedro IV consiguiera reunirse con las de Lope de Luna. El ataque frontal fue muy duro pero los unionistas carecían de material de sitio suficiente para forzar las defensas y tampoco tenían tiempo para prepararlo pues sabían que Lope de Luna había abandonado el sitio de Tarazona y se dirigía hacia el Jalón para forzar el enfrentamiento. Rechazado el primer asalto, los unionistas se dedicaron a quemar las mieses y los arrabales intentando de esa manera forzar un enfrentamiento en campo abierto, que no llegó a producirse. A mediodía llegaron al Jalón las avanzadillas del ejército real de Lope de Luna. La rapidez de su actuación, la sorpresa de su llegada y la falta de previsión de los cabecillas de la Unión, que no esperaban que el de Luna pudiera presentar batalla ese mismo día, decidió la jornada.
El desenlace de la batalla se centró en el puente sobre el Jalón. Los unionistas trataron de cerrar el paso allí a los mercenarios castellanos que llegaban al mando de Gómez de Albornoz pero la inexperiencia de los peones de la ciudad de Zaragoza no pudo frenar a varios cientos de caballeros bien armados y avezados en el uso de las armas, que no sólo se abrieron paso hasta la otra orilla sino que atacaron directamente a los nobles aragoneses que se mantenían en la reserva. Una parte de éstos se dio de inmediato a la fuga por lo que la capacidad de reacción de las tropas de la Unión fue casi nula. Sólo los nobles más comprometidos con la causa consiguieron formar un frente de combate con la intención de resistir hasta la caída de la noche. Pero finalmente, una salida feroz de las tropas realistas que se habían mantenido a la espera dentro de la villa de Épila rompió esta última resistencia, causando además la muerte de los principales cabecillas de la Unión o su aprisionamiento.

En la propia batalla murieron los principales valedores de la Unión como Juan Ximénez de Urrea,señor de Biota, Gombal de Tramacet o Jimén Pérez de Pina. Presos quedaron los principales capitanes como Juan Ximénez de Urrea, hijo del anterior, que había dirigido el ejército de la Unión en las acciones del reino de Valencia y que murió ejecutado pocos días después por orden del rey, y Pedro Fernández, señor de Híjar. El propio infante Fernando, que había caído preso en manos de soldados castellanos, fue enviado por éstos a Castilla ante el temor de que el rey mandara matarlo también.
A continuación Pedro IV mando convocar Cortes en Zaragoza y concedió el título de conde a Lope de Luna, el primer noble en Aragón en obtener este título sin pertenecer a la casa real. El cuatro de octubre, por último, las Cortes de Aragón revocaron definitivamente todos los privilegios y derechos de la Unión y el propio rey con su puñal rasgó los documentos que recogían los privilegios. Sin embargo, al mismo tiempo el rey amplió los poderes del Justicia de Aragón para mediar en los conflictos entre los aragoneses y el monarca, de manera que, en realidad, buena parte de los derechos que los nobles se habían atribuido en la Unión, quedaban salvaguardados en la figura del Justicia y ampliados a todos los aragoneses.
Restos de lo que fue posiblemente fue la ultima Reconstrucción de la Muralla de Épila antes de que en 1790 se sacase la Ley para su desmantelamiento por su estado ruinoso, aunque también tuvo tiempos gloriosos y en los Libros nos cuentan que uno de los motivos que aguanto el asedio de 1348 era que por su grosor aguanto muy bien las pocas armas de asedio que se tenia ya que habría partes de la Muralla tendrían hasta dos metros de grosor.